la sumisión se me presenta a veces como algo que va creciendo en mi interior, que se gesta y va madurando hasta que toma cuerpo suficiente como para convertirse en una realidad existente.
hoy no he podido quitarme de la cabeza la idea del Gran Salto, de vivir definitivamente sometido a la voluntad y al deseo de mi Dueño. vivir en una celda, con los movimientos limitados y controlados, trabajando desde allí y, sobre todo, sirviendo a mi Dueño, no se presenta como algo irrealizable sino al contrario, como algo que ansío desesperadamente.
hoy he vivido la prueba al tener que estar, por orden de mi AMO, a solas y encerrado durante la tarde. sólo fueron cuatro horas, pero suficientes para poder vislumbrar lo que puede llegar a ser.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
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