entre el interior de un esclavo y el mundo sólo hay un vínculo: su AMO. si el AMO desaparece o no está, el esclavo sólo tiene un acceso limitado y deforme del mundo. el esclavo sólo ve por los ojos, habla por la boca, escucha por los oídos de su Señor. El mantiene al esclavo vinculado a la tierra, a la realidad. sin El el esclavo vive una ficción, una fantasía, una realidad deformada de cómo deben ser las cosas, de como son.
el esclavo necesita a su AMO, sin El está perdido en un mundo que no conoce, que no entiende, que ni siquiera puede comprender. de esta dependencia nace el agradecimiento y el reconocimiento de la superioridad del AMO y la inferioridad del esclavo. los esclavos nos inclinamos ante nuestros Amos porque sin ellos no somos nada.
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