sábado, 8 de octubre de 2011

631 días de esclavitud, 3 de castidad

ha sido un día volcado hacia afura, hacia los demás. ¿quién dijo que ser un perro o un esclavo era enfermizo? ¿que te convertía en un ser asocial? eso no es cierto. este perro ha pasado todo el día escuchando, atendiendo, dando apoyo y energía, ayudando a los humanos con los que vive. ellos no saben que es un perro el que los ha atendido, piensan que es una persona como ellos pero no es así. en cualquier caso el efecto es el mismo, se han sentido acompañados y acogidos. de esta forma también he honrado a mi Señor y Dueño en su cumpleaños. primero quedé con un amigo que está pasando una mala racha. fue una conversación amena, de reencuentro después de cierto tiempo de alejamiento. compartimos, nos reimos y lo apoyé en todo lo que pude.
después tuve que ir al duelo del padre de una amiga. la muerte siempre impresiona y cuando es imprevista aún más. en esas situaciones hay que estar, acoger, a veces sencillamente dar un abrazo. un puede ser un perro, pero no es insensible ni necesariamente se desentiende de todas las cosas humanas. ¿no decimos a veces que los animales de compañía, especialmente los perros, dan más cariño que algunos humanos? eso lo certifico por experiencia propia.
y para terminar el día, afrontar un problema familiar que lleva 15 días coleando y que no tiene visos de arreglarse. cuando llegué a casa estaba emocionalmente agotado, sin energías, salvo para cernar algo y acostarme. no he podido trabajar ni estudiar nada, y las clases por la tarde ya han comenzado. es el último curso, así que tengo que dar el último empujón. 
a quien si he tenido presente durante todo el día es a mi Dueño. en vez de tantas cosas hubiera deseado estar todo el día de rodillas a sus pies, lamiendo sus botas, acariciando su cuero, dándole placer, obedeciendo sus deseos..... sin embargo no ha podido ser. pero hemos estado cerca, muy cerca. el vínculo entre AMO/esclavo, entre Dueño/perro, trasciende las distancias. un mensaje, una palabra es suficiente para que, incluso en la lejanía, sienta su poder sobre mi. y así este perro es feliz.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el AMO.

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