mi Amo me dijo la semana pasada, y me dice muy a menudo, que este perro ha tenido, y tiene, la valentía de buscar y ser lo que realmente es. a este esclavo no le parece tal cosa, especialmente porque nunca se ha sentido especialmente valiente, pero sí que le ha hecho pensar sobre esto, especialmente sobre el miedo.
el miedo es una de las mayores herramientas del ego para mantenernos alejados de nuestro camino, de aquello que nos puede conceder la felicidad. es sutil y se mete cuando menos te lo esperas con un "y si pasa..." entocnes el miedo se establece y no te deja avanzar. nuestra vida está llena de miedos: a quedarnos solos, a fracasar, a no ser lo suficientemente buenos, a ser malos, a dar la talla en el sexo, en nuestra profesión.... vivimos atemorizados. este perro, sin embargo, desde que pertenece a su Dueño, ha sentido cómo el nivel de miedo ha descendido en su vida. tal vez tuvieran razón los budistas que piensan que el deseo es el origen del sufrimiento. si no deseas nada no puedes sufrir por la pérdida de nada. el proceso de esclavitud es un proceso de abandono y de ir dejando cosas por el camino. esta semana, cuando le suplicaba a mi Amo permiso para toma café con un amigo me contestaba que podía, pero que era su deseo que fuera reduciendo mi actividad social.
igual pasa en el trabajo, ya no compito, no tengo necesidad. si algún trepa quiere conseguir un mejor puesto, sencillamente planteo mi perspectiva en obediencia a mi AMO, que me ha dicho que no me deje pisar por nadie sino por El y por quien El ordene, pero no deseo su puesto. no deseo medrar, ni aspirar a un lugar de prestigio. cuando lo más que se desea es vivir encadenado en una mazmorra, todo lo demás carece de importancia. y cuando no deseas nada, salvo obedecer, el miedo desaparece. es algo mágico, y liberador. volverte un esclavo permite que disfrutes plenamente de la vida.
sumisión en silencio y obediencia.
feliz semana
1 comentario:
Ufff, admiro tu trayectoria, tu mente!!!!, aunque admito que me da miedito que tu forma de ver la sumisión sea un tanto excesiva para el mundo en el que nos toca vivir.
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