hoy he echado mucho de menos a mi Dueño. es uno de esos días que hubiera deseado vivir atado y amordazado durante horas, a sus pies, tal vez encerrado en la mazmorra. aunque mi interior es el interior de un perro que desarrolla la sumisión y la obediencia, no puedo evitar añorar la sensación de la cadena o la cuerda sobre la piel. el trabajo hoy no fue intenso, pero si la necesidad de relaciones sociales, de interactuar con otros, mostrándome seguro, asertivo, coherente, equilibrado, libre.... una farsa que no es sino la representación de nuestra vida social. hoy he sido un ciudadano modélico, cuando en mi interior no era más que un perro propiedad de su AMo. en esas contradicciones vivimos y nos movemos, esperando el momento de la auténtica liberación que no es otro que el momento de la esclavitud real y efectiva.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
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