un dia sin final, sin para, desde primera hora hasta la última. sin embargo el sabor que queda es agridulce porque, por un lado, parece que todo iba saliendo bien, pero por otro los problemas familiares empeoran y la sensación de alejamiento de mi vida auténtica se acrecienta. nada más lejos de una vida de esclavo la existencia que ha llevado este perro hoy. su esclavitud ha tenido que permanecer en un segundo plano para poder afrontar las situaciones del día, que han salido como han salido, la mayoría de ellas bien, pero eso no ha sido suficiente, no compensa, a este perro no. sin embargo las cosas no pueden ser de otra forma, al menos por ahora. deben seguir así hasta que pueda dar el Gran Salto.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
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