lunes, 26 de septiembre de 2011

619 días de esclavitud, 43 de castidad

hoy han comenzado de nuevo las clases por la tarde. ha sido intenso porque trabajo por la mañana y acudir a clase por la tarde no es ideal. además están pasando cosas en mi no-vida que alteran mucho mi existencia de esclavo. a pesar de intentar mantener una existencia por encima de la otra, es muy difícil establecer un límite, no son compartimentos estancos. afortunadamente mi Amo y Señor está ahí y hoy ha apoyado muchísimo a este esclavo. sin su ayuda y soporte le sería imposible a este perro mantener el ritmo, las acciones, la vida en general. a este perro le sorprende cuando ciertos Amos sólo están para mandar y ordenar, sin comprometerse con sus perros, porque la experiencia que tiene este esclavo es distinta. su Amo ha estado ahí en todos y cada uno de los momentos que su perro lo ha necesitado: corrigiendo, animando, acariciando, enfadándose y alegrándose con y por su perro. cuando parece que no va a poder más, su AMo interviene y este perro consigue una renovada energía. El lo lleva todo, El asume las respondabilidades, El está ahí cuando su perro lo necesita, El decide y este perro obedece. no se puede pedir más. todo esto suscita un sentimiento profundo de agradecimiento que se transforma en uno de sumisión más profunda. de rodillas, ante El, toco con la frente el suelo y, públicamente, de nuevo, me someto a su voluntad.

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