600 días de esclavitud, 24 de castidad

tenía esperanzas, las verdad, pero nunca pensó este perro que cuando se presentó por primera vez ante su actual Dueño, las cosas llegarían a donde están ahora. es verdad que había habido signos, señales de que podría funcionar y ser la definitiva; de hecho mi Amo tenía más confianza y seguridad que este perro. El estaba convencido que era el esclavo que necesitaba y que llevaba buscando desde que tenía uso de razón y pudo formular sus deseos más profundos. las experiencias pasadas hacían a este perro más desconfiado e incrédulo. creo que es por esta circunstancia por la que considero que todo lo que este esclavo vive ahora es obra Suya. El se empeñó y no cejó hasta que fuí suyo, y no cejará ya, en su empeño. ya no seré libre, de ninguna forma, me ha prometido mi Dueño, y por lo que sé de El siempre cumple su palabra. estuvo durante un tiempo tejiendo alrededor una red sutil pero densa hasta que llegó un momento en el que caí en ella de forma natural, sin grandes declaraciones ni acontecimientos. no hubo formalización solemne, ni declaración en ningún sitio especial. ya era un hecho, era su esclavo y El era mi AMO. el algún momento tomé conciencia de ello y lo asumí como una realidad en mi existencia: como mi altura, mi color de pelo, mis ojos.... sencillamente era así. hoy se cumplen 600 días de aquella primera vez, 600 veces que el sol se ha levantado no sobre un hombre, sino sobre un esclavo. he agradecido todos y cada uno de esos días. 

reflexionando sobre la vida de este perro hoy me encuentro que llevo 24 días sin un orgasmo, sin eyacular, sin ordeñarme, como me ha mandado mi Dueño que lo diga. 24 días que he mantenido no porque tenga mis genitales encerrados en una jaula o un dispositivo, sino por una mera orden suya, por su deseo y su voluntad. debo pedir permiso para cualquier gasto que no sea el habitual y cotidiano, para tomar café con alguien, para apuntarme a un curso o dar una conferencia. en cualquier momento por el móvil debo estar localizado y localizable, dispuesto a dar razón de lo que hago, con quien y donde. las decisiones que debe tomar este perro cada vez se reducen más, se limitan cada día que pasa. y este esclavo es feliz. incluso esto a veces le sabe a poco.