los esclavos necesitan comer, alimentarse, pero no sólo comida. la obediencia y la sumisión es su alimento. cuando ésta no se produce su esclavitud adelgaza, se reduce y amenaza con olvidarse. por eso es necesario alimentar la sumisión constantemente, con humildad y con humillaciones, cualquier cosa que mantenga contenido al ego, ese gran enemido del sumiso. las ataduras regulares, lamer las botas de tu Amo cada vez que lo ves, tener rituales de sumisión, como levantarte cada vez que un Dominante aparece o arrodillarte ante tu Dueño cada vez que entras en casa, llevar el collar o la cadena que te identifica como esclavo, son cosas sencillas que pueden ayudar a recordar tu puesto. a algunos les humilla, por ejemplo, tener que orinar sentados siempre, o no llevar ropa interior. estas pequeñas cosas son alimento del alma de esclavo. especialmente útil es llevar un diario donde abras tu ser y comuniques a tu Señor todo lo que hay en tu interior, lo bueno y lo malo. y si no tienes Amo no importa, sigue siendo un estupendo instrumento de reflexión personal y de profundización en la sumisión. te ayuda a prepararte para cuando lo tengas. si te tomas este camino en serio, no es algo de un sábado por la noche o de una buena sesión en un bar. un esclavo no se improvisa, e incluso si has nacido para esto, tienes que pulirte y prepararte para poder servir adecuadamene a tu Amo cuando El te encuentre.
2 comentarios:
Buenísima foto para un texto excelente perro.
gracias Señor, sólo intento honrar a mi Dueño con la vida y los pensamientos.
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