miércoles, 31 de agosto de 2011

593 días de esclavitud, 17 de castidad


este perro sigue expulsando esa cosas extraña ligeramente viscosa cada vez que va al baño. en situaciones normales hace tiempo que me habría masturbado, varias veces incluso, hasta posiblemente dejarme la polla irritada, como un animal, así me definió una vez mi Amo en los primeros estadios de la relación. ahora sigo siendo un animal, pero domesticado, controlado como un caballo con riendas, donde el jinete dice por donde debe ir y por dónde no. y es que así tiene que ser, no puede ser de otra forma. ha sido un día de mucha actividad, de mucho ajetreo antes de volver al trabajo mañana. a pesar de eso este esclavo no ha sentido agobio ni estrés, sencillamente iba suplicando permiso y se me iba concediendo y las cosas se iban sucediendo, de manera natural, sin forzarlo. el entrenamiento se nota porque no estoy especialmente excitado, ni caliente, ni echo de menos ordeñarme. a veces este perro tiene una erección al ver una foto, un video o algo parecido, pero controlado.
esta mañana mi Dueño regresó de sus vacaciones y para prevenir la depresión postvacional filmé y le envié unos videos con las botas altas nuevas, el chaleco de cuero, el collar de esclavo y la capucha. mi Amo los recibió en su blackberry y quedó gratamente sorprendido, y alegre, y este perro se sintió feliz. es curioso pensar lo mucho que puede alegrarte la felicidad de otro, y como puede llegar a satisfacerte y a dar sentido a todo el que te niegues y te sometas a la voluntad de alguien. hoy este perro ha sentido eso y se ha sentido realizado, feliz, pleno. desde aquí da igual los días que esté en castidad, si eso es lo que mi Dueño desea que haga y así es como mi Señor desea que esté.

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