basta una hora, una media hora, para arreglar todo un día bastante vulgar, en el sentido de no ocurrir ningún acontecimiento especial. así fue el día, sin embargo por la noche mi Dueño quería que le enviara los últimos videos que me grabó cuando fuí a visitarle, para disponer de ellos en su lugar de vacaciones. eso implicaba cambiar el formato y hacer posible que pudiera recibirlos en su móvil. después de algún esfuerzo lo conseguí. mi Dueño estaba orgulloso de su perro y así me lo hizo saber. la satisfacción del deber cumplido dio sentido a todo. este esclavo se fue a la cama sintiéndose muy feliz.
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