viernes, 1 de julio de 2011

532 días de esclavitud

este perro ha reservado, por orden de su Dueño, su próximo viaje a madrid, a servir a mi Señor, a mi Amo, a mi Dueño. será el próximo 17 de este mes. pensar en arrodillarme en su presencia, en lamer sus botas, en sentir sus cuerdas alrededor del cuerpo de este perro me hace emocionarme y sentir una sumisión que deseo permanezca durante mucho tiempo. como saben no será sólo un viaje de encuentro, sino también de preparación, de programación, de rendición, de sometimiento. mi Dueño establecerá las normas, las reglas de mi nueva vida que se impondrá definitivamente sobre mi no-vida. esto ansioso que ocurra de una vez.

hoy ha sido mi primer día de descanso en mucho tiempo. no he hecho prácticamente nada, lo cual tal vez no diga nada bueno de un esclavo, pero mi Dueño me ha dicho que no me quiere activo, sino obediente. entonces estamos ante una nueva paradoja del bdsm porque la principal tarea de un esclavo es trabajar. sin embargo para hacerlo debe ser obediente y para ser obediente debe aprender que no es nada y no tiene capacidad de decisión, y eso sólo se consigue en la inactividad. el estar metido en un saco de cuero y momificado, en el fondo, es una técnica para ir acostumbrando al cuerpo a no tener control sobre sí mismo, a que aprenda que no puede decidir, que no puede controlar y que esa decisión y control está en otro. hoy deseé pasar todo el día en esa situación.

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