domingo, 12 de junio de 2011

513 días de esclavitud

a veces este esclavo siente vergüenza al no tener nada importante que escribir. parecería que la vida tiene que ser siempre una constante novedad. las películas nos obligan a que siempre tenga que estar ocurriendo algo y que la sucesión cotidiana de las mismas cosas día tras día parezca algo absurdo y aburrido. sin embargo la vida es así. no se parece en nada a un gran hermano, o mejor dicho, el gran hermano es un gran aburrimiento porque siempre es lo mismo. la clave es convertir esa cotidianidad, esa monotonía en algo extraordinario. hoy he pasado casi todo el día estudiando, y eso no tiene más ciencia que libros y libros. sin embargo, cuando flaqueaba en mi ánimo, me acordaba de mi Dueño y de su deseo de que termine esta carrera, de que la finalice...por El. y esto convertía el acto de abrir un libro en un acto extraordinario, porque lo importante no son las acciones, o lo que nos pase, sino por que lo hacemos o por qué nos pasa. 
además a media mañana me ha dado orden de ordeñarme, y este perro ha obedecido diligentemente. no fue algo espectacular, ni especial, sencillamente ocurrió y punto. ya lo hemos comentado otras veces: la vida de un esclavo no está hecha de fuegos artificiales, aunque puedan producirse de vez en cuando, más bien está hecha de trabajo callado, silencioso, discreto, constante. un esclavo no debe llamar la atención, sencillamente debe obedecer y hacer lo que le han mandado. nada más y nada menos.

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