quien tiene la llave tiene el poder, tiene el control. eso ha quedado claro. pero aquí se me suscita una especie de contradicción. por un lado el cuero duro, brillante, potente, incluso poderoso. por otro lado la polla prisionera, encerrada, débil, dependiente. así vivimos en el bdsm, en contradicciones que no lo son, porque se convierten en paradojas. vestir cuero te hace poderoso, pero tu Amo siempre es más poderoso que tú. El tiene la llave y tu poder se pone al servicio de su deseo. tú por encima de los demás, pero siempre por debajo de tu Amo, de tu Dueño. así se organiza la vida, en relaciones de poder. no darse cuenta de ello es vivir alejado de la realidad.
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