lunes, 25 de abril de 2011

6 día de castigo, 15 sin ordeñarse

los estados alterados de conciencia se consiguen tomando una sustancia que los provoca (alcohol, algún tipo de droga psicoactiva...) o por una experiencia que se tiene (una sesión bdsm intensa, por ejemplo). nunca concebí la posibilidad de que éstos  pudieran producirse por una situación que se vive, sin tomar nada y sin tener ninguna sesión. ¿puede un estado prolongado de castidad provocar un estado alterado de conciencia? para poder contestar a esta pregunta habría que aislar esta variable frente a otras: saber si la merma de la atención es fruto del exceso de trabajo o de la ausencia de sexo; si esta excitación momentánea es fruto del deseo no satisfecho o del último café que me he tomado, etc.
leyendo experiencias de otros parece que los síntomas son aumento de energía, mayor capacidad de concentración, y aumento de la sumisión y docilidad frente a la figura de autoridad que nos tiene en ese estado: Amo o Ama. por ahora no tengo ninguno de estos síntomas, salvo tal vez el último, pero eso es normal en este esclavo.
a pesar de masturbarme mucho antes de que mi AMO me aceptara como su esclavo, no era especialmente sexual en mi vida cotidiana. me refiero a que me masturbaba mucho en la intimidad pero tal vez por eso el resto del tiempo tenía un perfil sexual muy bajo: no he tenido prácticamente erecciones en público y no se me iba la vista hacia otros tíos, salvo que llevaran botas o cuero, y por estas prendas, no por ellos. no sé si esto cambiará a partir de ahora durante este tiempo.
el hecho es que volver al trabajo me ha ayudado a pensar en otra cosa y a olvidarme de que estoy sufriendo este castigo y de que llevo quince días sin correrme o tener un orgasmo. tal vez sea verdad que me volveré más adicto al trabajo sólo para no tener que pensar en esto.

2 comentarios:

duir{AF} dijo...

mis respetos a tu Amo....

impresionante blog.

muchas felicidades!

duir{AF}
http://duiraf.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Has hecho avances, de pensar cuanto vas a a aguantar a decirte que los quince primeros días son los peores. Como ayuda, o quizás lo contrario, hazte la relexión de que al masturbarte y correrte volvías a la normalidad, ahora tu normalidad va a ser esa excitación sin satisfacción posible. Ese estado febril diferente de conciencia del que hablas en el que es imposible que te olvides de tu sumisión. Disfrútalo y súfrelo. Lástima que allí no se note la primavera, te complicaría mucho más las cosas. Tu castigo sería más duro, en definitiva sería mejor para tí.