la vida de un esclavo es esto: someter sus sentidos, sus movimientos, sus palabras, sus acciones.... someter todo a su Amo, ponerlo a sus pies y rogarle que los acepte, asuma y dirija. la sumisión es una petición, una súplica, un favor que el Amo hace al esclavo. por eso, en agradecimiento, el esclavo acepta, asume, respeta, obedece.
últimamente este esclavo se está dando cuenta que, incluso entre los amantes del bdsm, su situación resulta algo extraño. no todos, es más, pocos, comparten la visión y la vivencia de la sumisión y la esclavitud que mi AMO desea que este esclavo viva. incluso este esclavo mismo se sorprende a veces del punto al que ha llegado en su camino, pero en estos momentos no puede hacer otra cosa, no desea hacer otra cosa. alguno dirá que estoy completamente alienado. este esclavo responde: no lo suficiente. una vez cruzada la frontera ya no hay marcha atrás, sólo se puede avanzar hacia delante, siempre hacia delante; hacia más sumisión, hacia más obediencia, hacia más esclavitud.
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