este fin de semana mi AMO me ha dicho una cosa de esas que se te quedan grabadas y que acaban cavando en tu mente hasta que se instalan en lo más profundo y se convierten en algo que guía tu comportamiento, tu pensamiento y tu acción. me dijo que nunca podría ser esclavo porque no podría renunciar a las cosas que tiene. lo entendí como algo positivo, como un reconocimiento a la dificultad que entraña ser esclavo, que en el fondo es un camino de renuncias y privaciones. por eso mucha gente no lo entiende. esta imagen evoca perfectamente este planteamiento: privación y renuncia de movilidad, de vista, de oidos, del habla. así es y así vive un esclavo. es un ser que abandona lo que tiene para ponerse en manos de otro. para la mayoría es algo inconcebible en una sociedad donde lo que prima es tener más, cada vez más. un esclavo tiene menos, cada vez menos, salvo una cosa: sumisión y obediencia. lo que tampoco entienden la mayoría es que, para un esclavo, esa es la única forma de ser feliz.
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