miércoles, 8 de septiembre de 2010

perderse en el silencio

perder es una palabra devaluada. todo el mundo quiere ganar, y cuanto más mejor. ganar y perder, además, se ha desvinculado de todo tipo de valores. hay que ganar, da igual si se hace trampa o si para ganar tenemos que destruir a alguien. lo importante es ganar.
una alteración del significado de estas palabras implica una alteración de la escala de valores. por supuesto en el mundo vanilla eso es muy difícil de hacer, pero en el mundo de la sumisión y la Dominación, donde otros valores se ponen en evidencia, esto es posible.
desde el mundo vanilla un esclavo sería un "perdedor": pierde su autoridad, su libertad, su capacidad de decidir, de actual, en determinadas situaciones su integridad física porque es castigado y/o torturado..... sin embargo, si les preguntamos a los esclavos que viven bien su esclavitud, que lo hacen de una forma intensa y sincera, todos coincidirían en que el ser aceptados por sus amos les ha convertido en las personas más afortunadas. es como si les hubiera tocado la lotería. no son para nada perdedores.
ceder su libertad es lo que les ha hecho libres y afortunados, ganadores de un premio al que la sociedad vanilla nunca juega porque lo teme: el juego del autoconocimiento interior.
aristóteles decía que la felicidad viene cuando cada ser se comporta acorde con su naturaleza, y eso es lo que hace el esclavo. aprender cual es su lugar cumple las normas de su Amo que le ayudan a realizarse y es feliz haciéndolo ¿hay mayor ganancia que esa felicidad?
la experiencia nos lo ha demostrado: cuando uno consigue lo que quiere se da cuenta demasiado a menudo que eso no le trae la felicidad. en el mundo vanilla ganar no siempre, o pocas veces, trae la felicidad. descubrir quién eres, por qué estás aquí, para qué estás aquí, sí lo hace.
la segunda parte del título viene porque a mi AMo le gusta amordazarme, y no sólo como un acto fetichista y excitante, sino como un acto simbólico de lo que quiere para mi: que mi palabra calle y la suya sea la única y la más importante, que mi silencio sea cada vez mayor, para poder oír exclusivamente su voz. acepto y comparto esto. lo asumo como una ganancia, como algo que me ayudará a ser mejor esclavo y a comportarme más como dicta mi naturaleza.

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