una vez leí una discusión sobre el sentido de limpiar las botas. no se trata tanto de una cuestión de utilidad, de si las botas quedan limpias o no, que deben estarlo, sino de toda la ceremonia en su conjunto y de los efectos que produce. el esclavo debe arrodillarse ante el Amo y aceptar su lugar. una vez hecho esto debe dejarlas impolutas. las botas son lo último en la vestimenta de un Amo, aquello que está en contacto con el suelo, lo que más se ensucia; pero a la vez lo que le protege de hacerse daño con las piedras del camino. el esclavo, al arrodillarse y limpiarlas, se pone a su lugar y, simbólicamente, asume la misma función. paralelamente, y precisamente por esta función de la que hablamos, unas botas son algo valioso y precioso. el esclavo, al servirlas, comparte con ellas su destino.
1 comentario:
yo soy feliz estando a los pies de mi Amo. A cuatro patas o arrodillado, con la cabeza agachada y bien humillado mirando sus zapas, botas o zapatos. Lo que mejor meter a un esclavo en su peusto es lamer las zapas o botas del Amo. Soy un esclavo afortunado
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