completamente vestido de cuero, ese es mi ideal, aquí representado. aparte de cómo se ve, me gusta el tacto y el olor del cuero. es como una caricia, cuando una mano enguantada recorre mi cara. o cuando apoyo mi cabeza en la pierna de mi AMO, o cuando mi lengua recorre sus botas. y ese olor, que llega hasta lo más profundo, tan característico, tan peculiar. nada hay comparado a la experiencia de tocar a alguien vestido de cuero, salvo tal vez cuando mi AMO me usa para su placer.
se me antoja esta foto como si el amo llevara una armadura, protegido por una segunda piel, que lo envuelve y separa del resto del mundo, pero que a la vez le hace formar parte de él.
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