una noche cualquiera de un viernes o sábado cualquiera. imaginemos que andamos por la calle y nos encontramos con esta estampa. es suerte no me cae, porque sería una suerte. desde luego me costaría mucho apartar la vista. por supuesto mi mirada va hacia el esclavo arrodillado: esposado, amordazado, encadenado a los pies de su Amo.... debe estar en la gloria.
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