en la moto de mi AMO XLVI

la vuelta a casa fue tranquila, nuevamente apoyado sobre la espalda de mi AMO, esposado a la moto, como siempre. me sentía agotado. debía ser de madrugada, pero no estaba seguro de qué hora era. nada más entrar en el garage y parar la moto mi AMO me hizo bajar, y, tirando del collar que llevaba al cuello, me empujó hasta la mazmorra de de allí a la celda donde solía dormir cuando m AMO no me necesitaba. cogió la cdena y cerró el candado que me unía a la pared. tenía la extensión justa para poder tumbarme en el colchón que estaba en el suelo. así lo hice mientras oría la puerta cerrarse con estruendo. me miró fijamente unos segundos y se marchó. me dolía todo el cuerpo y seguía dándole vueltas a la cabeza con la posibilidad de que mi AMO me vendiera. caí rendido casi sin darme cuenta.

me despertó un tirón de la cadena que llevaba al cuello. no me había percatado ni de que había abierto la puerta, ni desenganchado el candado

-¡Arriba, desnúdate!- dijo mi AMO.

obedecí y me quité todo lo que tenía hasta quedarme con el collar que no podía abrir porque no tenía la llave. EL me observaba fijamente. seguía completamente vestido de cuero y miraba todos mis movimientos hasta que terminé y me arrodillé a sus pies.

sin mediar palabra comenzó a andar por la mazmorra y yo le seguí a cuatro patas. en cuanto salí de la celda lo ví. había otro tío allí. estaba desnudo, con un collar de cuero al cuello. no supe quén era porque llevaba una capucha de latex muy ajustada. sólo tenía los orificios de la nariz y de los ojos. estaba de rodillas y miraba hacia el suelo. con un chasquido de los dedos mi AMO volvió a centrar mi atención, señalando un lugar a su lado. allí fui y me puse donde había indicado, todavía a cuatro patas. mi brazo derecho rozaba su pierna izquierda, enfundada en una bota que llegaba hasta la rodilla. miraba fijamente al otro esclavo porque aún no sabía qué iba a pasar. mi AMO se sentó en un taburete que no había visto y puso mi barbilla en su rodilla. mientras me acariciaba la cabeza con su mano enguantada, habló:

-¿Ves?- dijo señalando al otro esclavo- Ha venido a suplicarme que lo tome como esclavo.

noté como el otro bajaba un poco más la cabeza .

-Quiere ser como tú. anoche ya te folló porque se lo ordené, y lo hizo bien.

di un pequeño respingo de sorpresa. así que había sido él el del bar la otra noche. pensé que había sido otro Amo, pero resulta que fue un esclavo como yo.

-él también está perdido. Es un perro callejero como lo fuiste tú- dijo suavemente mientras seguía acariciándome la cabeza. yo seguía confundido, sin saber qué hacer.

entonces lo noté, un ligero estremecimiento en el otro. así que era eso, lo estaba torturando, le estaba haciendo sufrir. yo ya era algo. él sin embargo no era nada. quería ser esclavo de mi AMO, pero aún no se había ganado el puesto y podría no serlo. entendí que aquello era lo peor que le podía pasar. le daba pánico ser rechazado. el miedo le inundaba. comencé a sentir lástima por él, mientras yo sentía la mano de mi AMO me acariciaba y su rodilla me sujetaba.

(continuará)