en esto del bdsm hay territorios, lugares imaginarios o reales donde la sumisión se hace presente. está la mazmorra, el cuartel, las duchas del gimnasio.... aquellos lugares que nuestro imaginario sitúa sus fantasías, sus historias. a veces se hacen realidad, y uno parece que está teniendo un sueño. en otras ocasiones debe hacerse la idea de que el mundo no es escenario de una fantasía sino algo muy concreto y material. ¿a qué viene todo esto? a que otro de esos territorios bdsm es el oeste, con vaqueros, malechores colgados, muchas botas y algún que otro bondage. cuando vi esta foto mi mente se fue hacia ese lugar. no sé si sería por las botas, o por la ropa del sumiso, o porque está amordazado y vendado con pañuelos que bien podrían haber secado el sudor de algún vaquero. el hecho es que allí les invito a ir hoy, a un oeste lejano o cercano, me da igual, pero un oeste donde los vaqueros pueden ser atados y amordazado; y que acaban estando a merced de los amos, sean quienes sean.
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