el bondage tiene una variedad enorme de posibilidades. es algo que se puede hacer con un cinturón o los cordones de unos zapatos, o se puede uno montar una mazmorra con los artefactos más complejos e inimaginables. para muestra un botón, aunque ocupe mucho más que un botón. no sé cómo me sentiría en una estructura así, sería cuestión de probarlo, pero casi capta más mi atención la capucha que toda la parafernalia. esto me lleva a otra reflexión. a veces, casi todas las veces, es la imaginación y la mente del amo la que hace que el bondage sea efectivo. ser atado por su autoridad, por su simple voluntad, puede ser mucho más excitante que todos los artilugios de la mayor tienda del mundo. y en esto hablo por experiencia.
1 comentario:
me encanta esa postura, es uno de mis deseos como esclavo
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