jueves, 30 de octubre de 2008

minirelato XXIV

era poco más que un armario, pero todo de hormigón. apenas podía ponerse de pie, ni tumbarse. llevaba varias horas con ganas de orinar, pero no había donde hacerlo. cuando ya no pudo más se acercó a una esquina y meó. cuando terminó ya no tenía un sitio seco donde sentarse.

1 comentario:

Anónimo dijo...

pero, cabronazo, te mande un mensaje al tuamo y aun no contestastes!...jejeje...te felicitaba por este buen blog...
saludos Masterbotas