viernes, 10 de octubre de 2008

cartas a mi AMO XI

con humildad AMO. nadie puede decirme lo que soy. un amo puede ayudarme a descubrirlo, y sin duda a El le corresponde el refrendar esos descubrimientos; sin el reconocimiento de un AMO todo este trabajo de búsqueda interior no sirve de nada. aún así es el sumiso el que debe lanzarse a lo más profundo de su ser y enfrentarse consigo mismo proque lo que nos asusta es llamar a las cosas por su nombre. a mi me asustaba llamarme escalvo por las repercusiones que esa palabra tenía y lo que significaba, y significaba reconocerse como tal. descubrí que me hacía falta alguien que me diera la suficiente confianza en mí mismo como par poder llamarme a mi mismo de esa forma. cuando lo conseguí y Usted asintió con la cabeza, metafóricamente hablando, y no tan metafóricamente, fue liberador. sin embargo no fue suficiente. no fue suficiente reconocerme esclavo y sentirme su propiedad. necesitaba más y enconces comenzó otra búsqueda de descubrimiento y apareció la figura del perro. Usted ya lo había nombrado anteriormente: una mascota, con todas las cualidades de los perros, amaestrado, adiestrdo, obediente, fiel. un esclavo sigue siendo un humano, propiedad de otro humano, es cierto, pero humano al fin y al cabo. intuyo que Usted no quiere un animal, no queire algo que no pueda hablar o pensar. quiere alguien que pueda conversar con Usted pero con las cualidades y las capacidades de una mascota. perro está entendido como más sumisión, más fidelidad, más obediencia, ménos libertad, mayor devoción, mayor respeto, mayor integridad. y este camino me gusta, me toca profundamente. deseo ser su perro, AMO, y seguir profundizando en mi interior para llegar a ser lo que Usted desea que sea, que en el fondo no soy sino yo mismo.

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