el latex no es precisamente uno de mis mayores fetiches. el cuero vale infinitamente más, pero es lo que yo llamo un mal menor, a falta de pan., pues un buen guante de goma nunca viene mal. como con otros fetiches, lo que más me gusta es su tacto y su aspecto. un buen cuerpo gana mucho envuelto en latex. sin embargo donde más me gusta es en los artilugios de bondage; sacos, capuchas, mordazas, etc. ahí es donde cumplen su misión importante: ocultarte, despersonalizarte, convertirte en nadie para tu AMO; no ser nadie sino ser algo.luego está el efecto de la segunda piel, sentir el latex tan pegado que se convierta en otra envoltura de tu cuerpo: suave, brillante, liso. sentir cómo se ajusta a tu piel y luego ver cómo brilla es fascinante, excitante. pero también es eliminar lo que de natural tiene el cuerpo, es convertirlo en cultura, en algo modificable, es volverlo una cosa para ser manipulable. aunque sea un fetiche secundario no está nada mal.
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