hoy comienzo una nueva modalidad de entrada que he llamado minirelato. no son relatos enteros pero creo que dicen suficiente. para un mundo como el nuestro donde pocos podemos sentarnos a leer o escribir tranquilamente, estas pequeñas dosis de fetichismo no vienen mal. aquí va el primero:
lo peor era cuando intentaba respirar. la bolsa entraba por los orificios de la nariz y de la boca, haciéndole paladear el plástico y recordándole que no iba a respirar, tampoco esta ez. inmediatamente el cuerpo reaccionaba, convulsionándose, independiente de su voluntad, lo hacía por su cuenta, sin contar con él y entonces volvía a ser consciente de que sus manos estaban atadas al respaldo,a su espalda; y los pies a las patas de la silla. Gritaba y seguía retorciéndose. les habría contado todo, cualquier cosa....pero no le habían hecho ninguna pregunta.
1 comentario:
Chapeau.
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