cartas a mi AMO II

a veces pienso que soy yo el que hace todo el trabajo. Usted viene, siembra una semilla intencionadamente o no, que yo riego, cultivo y cuido hasta que se va convirtiendo en algo que hinca sus raíces en lo profundo. mi ser "normal" piensa que soy yo el que está construyendo una fantasía sin sentido y que es un abuso que yo haga todo el trabajo. pero inmediatamente mi otro ser, mi ser de perro-esclavo, recapacita y pienso que si fuera así, así es como tendría que ser. el esclavo es siempre el que realiza el trabajo y el AMO sólo recoge los beneficios. es el esclavo quien tiene que moverse porque el AMO está donde tiene que estar y es el esclavo el que tiene que arrastrarse hacia el AMO solicitando, suplicando su atención. es como cuando se saca a jugar o a pasear a un perro. sale corriendo pero pronto se vuelve y mira hacia donde está su AMO y nunca se aleja demasiado de EL y aunque mire hacia otro lado, sabe dónde está y vuelve. es el perro el que corre hacia su AMO y no viceversa. en este sentido no soy tan iluso como para pensar que una relación 24/7 sería una especie de película porno permanente. al contrario sé que sería una vida de trabajo constante, de dominación del ego en sentido freudiano porque tendría que trabajar mientras el AMO descansa. mi vida sería hacer su vida más cómoda, que no tuviera que preocuparse de menudencias. sólo de vez en cuando, cuando EL quisiera y como EL quisiera habría sexo, o no. sigo pensando que controlar la sexualidad de alguien es la mejor forma de controlar a ese alguien y el control de la eyaculación, la forma más efectiva.

últimamente mis fantasías, no sólo se ocupan de sus botas, su cuero, o su polla. incluyen que controle mi horario, mi economía, mi estética, mi vestuario, lo que hago y lo que no, a qué dedicar tiempo y a qué no, cuando acostarme, cuando levantarme, qué comer. sé que puede llegar a ser una tarea agotadora, pero imagino que a los AMos, les resulta cómoda porque les resulta de por sí estimulante.

a veces, cuando me cuesta dormir, me imagino que me deja en un sótano, metido en una jaula o sencillamente encadenado para dormir allí mientras Usted se va a su cama. esta imagen me produce la tranquilidad y la serenidad necesaria para dormirme. hasta el momento es infalible. pero sé que la realidad es mucho más compleja. posiblemente me castigaría frecuentemente y mi soberbia saldría a relucir más de una vez y que me enfadaría, con el consiguiente castigo por su parte. mi principal preocupación ahora es establecer los límites entre la fantasía y la ficción, y a donde puedo llegar con cada una de ellas.