a las dos salí del trabajo y quedamos por la zona de Triana. fuimos a un restaurante cercano al que había ido hace tiempo. fue de su agrado. la conversación como siempre fue sobre lo mismo pero más profunda que ayer. hoy no había nadie cerca para vernos ni oírnos. le conté lo que hacía sentido en el maletero de mi última sesión. también hablamos de nuestras conversaciones, de mis dudas, etc. me dijo que no entendía bien el último correo y yo fuí muy contundente: "Usted domina mi cabeza, también domina mis actos, ahora temo que domine mi corazón y entonces no seré dueño de mi mismo". cuando terminé de hablar tenía una cara como de placer, mezclado con sorpresa y mucha satisfacción. estaba regodeándose porque se sabía mi Amo, que ejercía mucho poder sobre mi y eso le encantaba. seguimos hablando y contó algunas experiencias de algunos de sus viajes. yo le comenté que seguro tendría que haber mucha gente por ahí que viviera esto de forma radical. me contó que un conocido suyo fue a hacer un curso de sumisión en EE.UU. y que allí conoció a un esclavo alemán que estuvo siete años encadenado en un sótano sin ver casi la luz del sol, etc. el problema fue que su Amo tuvo que irse a cuidar a su madre y lo dejó, en la calle, libre y sin nada. recuerda que contó que en aquel momento lo pasó mal pero que había ido a ese curso para encontrar un nuevo amo. la historia me puso mucho, la verdad. cada vez tengo más claro que no podría hacerlo pero si llego a conocer este mundo cuando terminé la universidad y estuve en Madrid posiblemente lo hubiera hecho. hoy es improbable, aunque no imposible, sobre todo porque el Amo buscará a alguien joven y más moldeable.
estábamos envueltos en estas reflexiones y esta conversación cuando acabamos la comida.
yo me sentía cada vez más abrumado por su autoridad y cada vez más vinculado con su persona. pagamos, nos levantamos y nos fuimos. eran ya las cuatro menos cuarto y le propuse ir a la tienda que vende cuero y curtidos a ver unas botas de montar. aceptó y estuvimos 15 minutos caminando por Vegueta, viendo casas y callejones susceptibles de ser voncertidos en mazmorras o de tener sótanos. me habló de un bar en Praga, que por fuera era una casa casi ruinosa. había que entrar por allí y luego bajar una escalera. tras una cancela con cerrojo se encontraba un pub/sauno supermoderno. dijo que cada vez le gustaba más eso de que las casas por fuera fueran o tuvieran pinta de ruinosas y dejadas y que luego, al entrar, te llevaras la sorpresa. me contó que en ese local simuló dejar a un tio solo en el potro, tumbado sobre una camilla. el tio llegó a pedir auxilio aunque no mcuho, porque pensaba que efectivamente lo había dejado solo cuando realmente estaba en una esquina esperando. lo bueno es que llegó otro Amo y tras pedirle permiso comenzó a usar al esclavo. nuevamente me llamó la atención la historia, me excitó y aumetnó la admiración que siento por El. desde luego puede ser muchas cosas pero no es un novato.
en medio de la conversación se le ocurrió la idea de un posible encuentro entre gente que El conoce y gente que conozco yo. sería una especie de club leather. dijo que a veces lo ha pensado y a mi me gustó la idea. así se nos pasó el tiempo hasta que fue hora de que abriera la tienda. entramos y preguntamos. tenían botas de goma y de cuero pero no de su talla. tenían muy buena pinta, la verdad.
después de eso nos fuimos a casa. el sacó un disco duro externo y lo conectamos al ordenador. estuvimos psando películas de mi ordenador a su disco duro. El estaba sentado y yo de rodillas la mayor parte del tiempo. así estuvimos un buen rato.
entonces, en un momento dado comenzó a tocarme y me ordenó que sacara mi material. lo saqué y me ordenó que me desnudara. así lo hice.
-Ponte las muñequeras y las tobilleras- y así lo hice.
cuando las tuve puestas cogió la capucha de cuero y me la puso, apretándola fuertemente alrededor de mi cabeza. sigue encantándome la sensación cuando tira de los cordones y el cuero se pega a la piel. mantuvo los trozos de cuero en los ojos de forma que no podía ver y me dejó allí,en la habitación mientras El iba al salón. en su ausencia yo seguía repitiendo mi mantra de estas situaciones: "sométete, sométete". y así, poco a poco iba entrando aún más en el subspace sumiso. casi no me di cuenta cuando llegó, tan solo noté su presencia. cogió una cuerda y empezó a atarme las muñequeras con las tobilleras de forma que de pie tenía que doblarme sobre mi mismo, quedando mi culo expuesto. lo siguiente que sentí fue un intensísimo golpe que me hizo caer de rodillas. desde luego no esperaba un golpe de la fusta con tanta intensidad. El me levantó y yo me preparé para recibir cierta disciplina. los siguientes azotes, aún siendo fuertes eran soportables en comparación al primero. me golpeó durante un rato mientras femía sin posibilidad de ponerme derecho. debo admitir que me sorpendio como aguanté la disciplina y una de dos, o soy capaz de aguantar más de lo que pensaba o mi Amo fue muy benévolo conmigo y apenas usó la fusta para rozarme. aún así al final noté marcas en mi culo, que no eran por caricias precisamente.
cuando quiso terminar me desató, las cuerdas al menos, por lo que pude ponerme de pie. entonces me quitó los parches de los ojos y puede verle. como siempre estaba impecablemente vestido: botas, pantalones, camisa y guantes de cuero. caí de rodillas delante suya y le besé las manos en señal de sumisisón.
estábamos envueltos en estas reflexiones y esta conversación cuando acabamos la comida.
yo me sentía cada vez más abrumado por su autoridad y cada vez más vinculado con su persona. pagamos, nos levantamos y nos fuimos. eran ya las cuatro menos cuarto y le propuse ir a la tienda que vende cuero y curtidos a ver unas botas de montar. aceptó y estuvimos 15 minutos caminando por Vegueta, viendo casas y callejones susceptibles de ser voncertidos en mazmorras o de tener sótanos. me habló de un bar en Praga, que por fuera era una casa casi ruinosa. había que entrar por allí y luego bajar una escalera. tras una cancela con cerrojo se encontraba un pub/sauno supermoderno. dijo que cada vez le gustaba más eso de que las casas por fuera fueran o tuvieran pinta de ruinosas y dejadas y que luego, al entrar, te llevaras la sorpresa. me contó que en ese local simuló dejar a un tio solo en el potro, tumbado sobre una camilla. el tio llegó a pedir auxilio aunque no mcuho, porque pensaba que efectivamente lo había dejado solo cuando realmente estaba en una esquina esperando. lo bueno es que llegó otro Amo y tras pedirle permiso comenzó a usar al esclavo. nuevamente me llamó la atención la historia, me excitó y aumetnó la admiración que siento por El. desde luego puede ser muchas cosas pero no es un novato.
en medio de la conversación se le ocurrió la idea de un posible encuentro entre gente que El conoce y gente que conozco yo. sería una especie de club leather. dijo que a veces lo ha pensado y a mi me gustó la idea. así se nos pasó el tiempo hasta que fue hora de que abriera la tienda. entramos y preguntamos. tenían botas de goma y de cuero pero no de su talla. tenían muy buena pinta, la verdad.
después de eso nos fuimos a casa. el sacó un disco duro externo y lo conectamos al ordenador. estuvimos psando películas de mi ordenador a su disco duro. El estaba sentado y yo de rodillas la mayor parte del tiempo. así estuvimos un buen rato.
entonces, en un momento dado comenzó a tocarme y me ordenó que sacara mi material. lo saqué y me ordenó que me desnudara. así lo hice.
-Ponte las muñequeras y las tobilleras- y así lo hice.
cuando las tuve puestas cogió la capucha de cuero y me la puso, apretándola fuertemente alrededor de mi cabeza. sigue encantándome la sensación cuando tira de los cordones y el cuero se pega a la piel. mantuvo los trozos de cuero en los ojos de forma que no podía ver y me dejó allí,en la habitación mientras El iba al salón. en su ausencia yo seguía repitiendo mi mantra de estas situaciones: "sométete, sométete". y así, poco a poco iba entrando aún más en el subspace sumiso. casi no me di cuenta cuando llegó, tan solo noté su presencia. cogió una cuerda y empezó a atarme las muñequeras con las tobilleras de forma que de pie tenía que doblarme sobre mi mismo, quedando mi culo expuesto. lo siguiente que sentí fue un intensísimo golpe que me hizo caer de rodillas. desde luego no esperaba un golpe de la fusta con tanta intensidad. El me levantó y yo me preparé para recibir cierta disciplina. los siguientes azotes, aún siendo fuertes eran soportables en comparación al primero. me golpeó durante un rato mientras femía sin posibilidad de ponerme derecho. debo admitir que me sorpendio como aguanté la disciplina y una de dos, o soy capaz de aguantar más de lo que pensaba o mi Amo fue muy benévolo conmigo y apenas usó la fusta para rozarme. aún así al final noté marcas en mi culo, que no eran por caricias precisamente.
cuando quiso terminar me desató, las cuerdas al menos, por lo que pude ponerme de pie. entonces me quitó los parches de los ojos y puede verle. como siempre estaba impecablemente vestido: botas, pantalones, camisa y guantes de cuero. caí de rodillas delante suya y le besé las manos en señal de sumisisón.
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