"nunca folles con alguien que no tiene un libro en su casa". esta frase se hizo popular en las redes hace algún tiempo, y posiblemente puede aplicarse también al bdsm: no te sometas a un Amo que no tiene un libro en su casa. tal vez sea más cierta en el bdsm que en el mundo vanilla. no cualquiera puede dominar a otro. no cualquiera puede controlar y no dejarse llevar por sus impulso y pasiones sino ser frío, calculador y manipulador, tres virtudes que el mundo no valora demasiado pero que son necesarias para un buen Amo. porque entrenar bien a un sumiso es como jugar una buena partida de ajedrez. hay muchas fuerzas en juego y a veces hay que sacrificar cosas para conseguir la victoria. hay que saber cuándo avanzar, cuando retirarse, pero sobre todo tener una visión de conjunto. hemos hablado de la omnipotencia de los Amos y del respeto natural que merecen, pero también es verdad que no todos los que se llaman Amo merecen que un esclavo se arrodille ante ellos, le permita ponerles una capucha, lo amordacen y le pongan pinzas en los pezones. primero hay que ganarse el respeto. no por autodenominarse Amo lo es, porque de hecho no todos los que se llaman así lo son. de hecho la prepotencia debería ser una bandera roja, muy roja para cualquier sumiso. desde luego leer no es garantía de nada, pero una persona culta está en mejor disposición de conocer y utilizar la dinámica de la Dominación y sumisión que alguien que no lee. tampoco se trata de ser sapiosexual, pero solo aquella persona que se ha trabajado puede dominar, y no hay duda de que los libros son una de las mejores herramientas para conocerse a uno mismo.
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