ascender de las profundidades con un nuevo juguete y un nuevo arnés es como adelantar el día de navidad, o el de reyes en españa. se abre un nuevo mundo de posibilidades. si el que esperar arriba es un inferior y se da cuenta de lo que su Amo lleva, es casi inevitable que el esfinter de un respingón. si eso es un dildo no sabe si podrá entrar. claro que entrará, tarde lo que tarde entrará. y si es necesario el Amo lo cogerá de su nuevo arnés y le obligará tirando a que entre. no es una cuestión de opción, como nada lo es en el bdsm, es una cuestión de obediencia, de sumisión. si algo caracteriza al mundo leather es su capacidad para buscar nuevas y creativas formas de torturar, de controlar, de someter, de infligir dolor y de liberar con ese mismo dolor.
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