todo se hizo como habían negociado. dejaría su trabajo y su piso. vendería todas las posesiones salvo aquello que necesitaría, que era poco. el Amo las guardaría bajo llave en un almacén. cuando llegó el día tocó en la casa. el Amo le abrió todo vestido de cuero. él entró, se desnudó y se arrodilló delante de Él, mirando al suelo. el Amo le puso la cadena y cerró el candado. lo esposó las manos a la espalda y lo levantó para llevarlo al sótano. detrás de una ancha puerta estaba la mazmorra que había visitado en muchas ocasiones. hoy había algo diferente: una celda de barrotes del tamaño de un cuarto mediano. había una cama, un retrete y una silla y una mesa. el Amo abrió la puerta y Él entró. lo último que oyó fue la llave girando en la jaula y en la puerta de fuera. se quedó solo y ya no había marcha atrás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario