los amantes del bdsm, especialmente los practicantes de tiempo y los muy fetichistas, nos perdemos en los objetos y en la acumulación cuando realmente no hace falta mucho. de hecho como vemos solo se necesitan unas esposas y sabes qué hacer con un inferior que queda impotente con ellas puestas. puede ser lamer las botas, humillarlo verbalmente, golpearlo de alguna manera sin que pueda defenderse mostrando su incapacidad para reaccionar, o sencillamente follártelo. todo eso de manera consentida y mientras está esposado. son cosas que, si se hicieran sin bondage, posiblemente tendrían una reacción diferente, pero al estar esposado esas acciones cobran un nuevo sentido. son humillantes y la humillación es una vacuna contra el ego. lo desactiva, lo desconcierta, lo deja indefenso. por eso nunca hay que dejar de humillar al inferior, de esta manera lo estamos cargando de fuerza para que el ego no aparezca. si los Amos no son diligentes en esta tarea se corre el riesgo de que vuelva a aparecer y que arruine todo el entrenamiento que se ha realizado.
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