el objeto salió de su casa a las siete y media de la mañana y regresó a las once de la noche. en medio tuvo dos formaciones, condujo 103 kilómetros, cogió dos aviones y visitó otra isla del archipiélago en el que reside. dicho así parece bastante potente, y lo fue. la diferencia con otras situaciones, en otras etapas de su vida, es el objeto mantuvo la calma y la existencia en todo momento. las cosas se fueron encadenando casi por sí solas. no hubo grandes esperas ni grandes problemas. sencillamente pasó de una cosa a otra y sin grandes nerviosismo. muchas cosas podrían haber salido mal, el objeto lo sabía, pero eso no significó en absoluto que se preocupara. en otro momento de su vida habría estado nervioso todo el tiempo y no fue así. y todo ha sido obra de mi Señor, que ha creado de nuevo al objeto y ha creado, y crea cada día, el mundo donde existe el objeto.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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