el trabajo avanza a buen ritmo y el objeto se siente muy bien en él. puede trabajar, le dejan espacio y se escuchan sus aportaciones. esto es consciente de que habrá días buenos y algunos no tan buenos pero por ahora parece que mi Señor ha vuelto a acertar: este cambio era positivo para el objeto. también ha sido positivo cambiar de entorno y de relaciones con los humanos. algunos de ellos habían acabado en ser tóxicos para el objeto, incluso manteniéndolos a distancia y utilizando con ellos la ataraxia. constituían un continuo gasto de energía. pero parece que, afortunadamente, eso terminó. ya están surgiendo compromisos en el trabajo, solicitudes para intervenir y que obligarán al objeto a viajar por el archipiélago. no le importa. servir a mi Señor es mucho más importante que cualquier otra cosa y eso relativiza cualquier aspecto de la existencia del objeto.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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