una mazmorra se parece extrañamente a un bunker, un lugar donde protegerse del exterior, un exterior que puede ser amenazante o peligroso. no falta cosas que hacer en una mazmorra, tras servir a mi Señor y darle placer. se puede escribir, leer y hacer ejercicio, justo el trabajo que mi Señor desea. para los normales es una existencia anodina, insoportable, pero justo su opinión y su criterio no valen nada para el objeto. los muros de la mazmorra le dan una nueva perspectiva de todo, absolutamente de todo. es otra paradoja del bdsm. un muro abre un nuevo horizonte. el objeto no espera que lo entiendan. al fin y al cabo solo son normales y viven cegados en su mundo pensando que es el único posible, y que, irónicamente es altamente probable que les lleve a un buen bunker para sobrevivir. al final tendrán que vivir en una mazmorra aunque no lo quieran.
No hay comentarios:
Publicar un comentario