los amantes y practicantes del bdsm no somos "normales". eso no significa que no seamos funcionales y que podamos vivir plenamente, los estudios dicen que incluso más plenamente que el resto, en un mundo como este. nuestra ausencia de normalidad viene porque consideramos que lo que es "normal" no se adapta a nuestros gustos, valores y formas de vida. para una familia vanilla pasar un día de asueto delante de la televisión puede ser el culmen de la felicidad, y para nosotros también, pero como muestra la FdD de hoy, con matices. para ellos esto sería anormal, enfermizo, perverso. para el objeto es la representación de la misma felicidad. estar ahí, con el Dueño dando vueltas, habiéndosele permitido salir de la celda para estar en el espacio propio del Superior, es como un regalo dado, como un beneficio concedido, como un reconocimiento de algo que has hecho bien. y mientras tanto el inferior hace de decoración. sin pensar. sin sentir. sin poder hablar ni necesidad de explicarse. sencillamente está relajado obedeciendo porque nada está bajo su control. no, desde luego esto no es "normal", pero ¿quien desea serlo?
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