lo primero que vio al entrar en la mazmorra fue la jaula y le llamó la atención porque no era la típica jaula cuadrangular. aparentaba la forma de una persona: dos piernas, dos brazos paralelos al torso, estrechándose en el cuello y luego la cabeza con un orifico para la boca. el Amo pareció darse cuenta y lo llevó directamente hacia allí. la abrió con un rápido movimiento quitando el candado, colocó al esclavo dentro y cerró. había espacio suficiente para moverse un poco hacia delante y hacia atrás, pero enseguida se dio cuenta de que no podía doblar un brazo o una pierna. la jaula simulaba su cuerpo y, de una forma muy sutil, lo mantenía sujeto.
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