el Amo lo hizo muy lentamente y nos sabía qué era mejor. solo supo que su ano se estaba dilatando mientras lo penetraban. el dolor se iba haciendo más intenso y aunque había puesto lubricante dolía. boca abajo sobre el potro, atado y amordazado solo podía gemir e intentar moverse. pronto empezó a sudar mientras aquello entraba abriéndole el culo sin compasión. los gemidos intentaron volverse gritos in resultado. solo quería que terminara y casi como oyéndolo de pronto la forma de lo que lo penetraba se redujo enormemente y su mano se cerró alrededor. entonces supo que no era la polla del Amo sino un buttplug. casi llorando sintió como se cerraba y el dolor iba aminorándose. ahora se sentía inundado, lleno, pero con el ano roto. le había costado mucho dolor meterlo y no podía quitarse de la cabeza como se lo iba a sacar.
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