el contraste entre lo nuevo y lo viejo siempre resulta atractivo. es un estilo de decoración propio, de compaginar y de unir. pero también es una forma de actualizar. un lederón en medio de un edificio que sin duda fue un convento o un cuartel, o el hogar de un noble de la edad moderna evoca momentos de orden, obediencia, control, disciplina, organización. los actuales pisos modernos no son suficientemente útiles para mantener una casa de esclavos, de servidores. hace falta un espacio más grande, un lugar con celdas, con mazmorras, con lugares de aislamiento. hay proyectos de esos por europa, lugares donde se intentan vivir las relaciones de Dominación/sumisión de una manera permanente. algunas son empresas, pero sin duda habrá un lugar donde esto pueda y se haya realizado. el Dueño, por ejemplo, tiene amigos que son propietarios de castillos o antiguos monasterios que han sido rehabilitados como residencias de verano o como albergues. siempre que va a uno Su imaginación vuela y lo convierte en un lugar donde entrenar esclavos, donde controlar a sumisos, donde enseñar el arte del bdsm. tal vez no sea el tiempo, pero llegará. llegará el momento en que eso sea posible.
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