aparentemente estar en este estado es algo cómodo, incluso relajante. nada más lejos de la realidad. quien lo haya probado sabe lo peligroso que es y el reto que constituye estar momificado o completamente inmovilizado de alguna manera, algo que se multiplica su se añade privación sensorial. el cuerpo no está hecho para estar quieto, para estar parado, al igual que la mente. incluso cuando descansamos éste y aquella está trabajando. lo hacen incluso cuando dormimos. estar inmovilizado es antinatural. no recibir estímulos es antinatural. por eso esto puede llegar a constituir más un castigo que un beneficio. solo quien ha estado ahí metido sabe lo fuerte que debe ser la mente para poder relajarse y no entrar en pánico. es toda una prueba de resistencia, de voluntad, de esfuerzo, que solo es posible realizar cuando la sumisión supera a esa necesidad del cuerpo y la mente de mantenerse activo.
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