este es uno de los momentos claves para cualquier inferior, la primera vez que lo atan, o que le ponen unas esposas, bien sean de cuero o de metal. es algo excepcional, no en el sentido de extraño, sino en el de marcante, de especial. de hecho no lo pasan todos los lederones o bdsmeros. los Amos por ejemplo, no saben en qué consiste esa sensación. cuando aprietan el cuero y enganchan las dos esposas, limitando tus movimientos, es un momento inigualable. cuando ocurre por primera vez algo hace clic en tu interior. se produce la certeza completa de que es eso, de que eso era lo que buscabas, lo que necesitabas, lo que deseabas y querías. en el caso del objeto fue una sensación de calidez similar al hecho de haber llegado a casa, de haber encontrado un lugar en el que estar y en el que vivir protegido. nunca olvidará ese momento, igual que tampoco los momentos similares que han venido tras ese. recuerda especialmente la primera vez que el Dueño le puso los grilletes de metal, que ahora lleva todo el tiempo que está en madrid con el Dueño, haga frío o calor, estén en privado o en público.
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