la castidad no es solo renunciar al placer, es renunciar al sexo como motor del comportamiento. los humanos se dejan llevar por éste, convirtiéndose de hecho en una de sus principales motivaciones. cuando la jaula se cierra, no sólo se impide el acceso a la fuente de placer más importante que tiene un esclavo, sino que se produce un cambio interior que lo pone en modo sumiso. entonces se produce una transformación: el placer se sustituye por la obediencia. aquel que tiene la llave del candado se vuelve no solo quien te da acceso a ese placer, sino quien controla casi el resto de tí. inconscientemente te sometes y obedeces, con la esperanza de liberarte. es una esperanza inútil porque, si estás el tiempo suficiente con la jaula, te das cuenta de que la satisfacción que produce llevarla y la obediencia a la que te conduce, compensa cualquier tipo de placer que puedas sentir.
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