el Amo debía haberse gastado una fortuna: pantalones, camisas, chupa, botas, todos los complementos y todo de duro y brillante cuero negro. cuando se terminó de vestir y se miró en el espejo vio a un tío que perfectamente podría estar en cualquier encuentro leather del mundo. la puerta se abrió y apareció el Amo, vestido como él pero con goma de plato y algunas cosas más que marcaban la diferencia entre quien es el Amo y quien el esclavo. enseguida se dio cuenta de lo que llevaba en la mano y el corazón comenzó a latirle fuerte, al tiempo que se le ponía muy dura. se miraron fijamente y sin decir palabra se arrodilló delante de Él. entonces el Amo colocó la cadena alrededor de su cuello y cerró el candado. sabía que éste no volvería a abrirse nunca más.
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