en ocasiones el objeto se enfrenta al dilema de ver material bdsm que es estéticamente bonito pero que sabes no soportaría una sesión. es el siempre presente dilema de la estética frente a la utilidad. a veces, por las redes sociales, tiene la misma impresión. ve a lederones perfectos, impecables, con cueros brillantes posando para fotos, pero no deja de preguntarse si esa estética soportaría la ética de un buen encuentro. por eso cuando ve estas botas tan curradas, tan usadas, uno sabe que se encuentra ante un Dominante de verdad, no solo de apariencia, que no se limita a posar para sacar una buena foto y presumir en el ciberespacio. estas botas han dado muchos pasos. han recorrido muchos kilómetros y, en el imaginario del objeto, han sido lamidas por muchos sumisos.
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