día 4660 de esclavitud, castrado permanentemente

como todos los miércoles el objeto ha ido a trabajar a otro sitio distinto del que trabaja normalmente. sin embargo ha tenido que afrontar varias situaciones que ha hecho por teléfono, a través de mensajes y por otros medios. las circunstancias podrían resumirse en el titular "poner a todo el mundo en su sitio". el objeto tiene orden del Dueño de no dejarse pisar por nadie, algo que debido a la propia psicología del objeto habría ocurrido si no hubiera sido de su propiedad. paradójicamente la esclavitud voluntaria y el entrenamiento del Dueño han permitido a esto enfrentarse a los abusones, aprovechados y enterados que guiados por el ego, abundan tanto.
el primer caso fue un compañero de trabajo que es el encargado de levantar acta de una reunión que tuvimos ayer. como no pudo ir el objeto tomó notas para redactar el acta. sin embargo hoy este compañero le envió mensaje de un modo que no gustó al objeto diciendo que "cuando pudiera le enviara el acta". así parece una frase inocente pero el contexto no es tal porque hay precedentes de intentar pisar al objeto. esto le contestó diciendo que hasta mañana por la tarde, como mínimo, no podía hacerlo. y luego añadió que como parecía que había prisa, le enviaba las anotaciones y que él hiciera el acta. y así lo hizo el objeto.
la segunda compañera envió un audio alarmista y alarmante sobre unos documentos de trabajo que no aparecían. que habían estado toda la mañana buscando, que si las consecuencias serían terribles, etc. poco más o menos que se iba a caer el cielo sobre nuestras cabezas. el objeto no sabe si le molestó más la posible ausencia de los documentos o el estilo alarmista del mensaje por segunda vez en el día se sintió que alguien lo quería pisar. ni corto ni perezoso entró el objeto en la red del trabajo, rebuscó un poco y los encontró. hizo con ellos un archivo comprimido y se los envió a la compañera diciéndole "como te vi muy nerviosa para que tranquilices, aquí tienes los documentos".
como parece que no hay dos sin tres, en el sitio donde va el objeto a trabajar los miércoles, pasó algo similar. estamos organizando algo para dentro de unos meses y hoy era la primera reunión. se supone que somo un equipo pero esa persona ya vino con cosas cerradas, contactos hechos y un montón de cosas más que el objeto se enteró al mismo tiempo que el resto. y por supuesto no le gustó. no le importó el trabajo, que esa persona lo había hecho con buena intención y muy eficientemente por cierto. el trabajo bien hecho nunca molesta al objeto, sino que no contara con él para hacerlo.
el trabajo se prolongó por la tarde así que cuando terminamos le propuse ir a tomar algo y el objeto aprovechó para hablarlo, de frente, a la cara y de manera asertiva. como esperaba, la persona lo entendió y se disculpó. todo esto no fue sino obediencia, poner los límites de comportamientos humanos guiados por el ego. el objeto no lo hizo para quedar por encima sino porque tenía orden del Dueño de no dejarse pisar nunca.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.