el cuero, y por tanto cualquiera que lo lleve, puede ser duro o flexible, áspero o suave. hay en el cuero una variedad que no existe en el latex, por ejemplo. el brillo puede ser similar, pero el tacto es completamente diferente. uno es rugoso, el otro liso, uno huele muy fuerte, el otro apenas tiene olor. esas diferencias son tan importantes que tal vez sean el origen de esa visión tradicional de que el cuero es propio de Amos y la goma de esclavos. el objeto lo siente así, con independencia de que el Dueño decida vestirlo de cuero. sin embargo llama "tu auténtica piel" a la goma. en cualquier caso el Dueño si que no se ve vestido con latex. Él llevará siempre cuero, duro y áspero, pero que se vuelve suave con una caricia. esta dualidad es una peculiaridad del Dueño que lo convierte en alguien especial.
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