lleva dos días sin
parar de llover, lo cual, para canarias, es una situación excepcional.
de hecho es porque ha llegado a las islas una tormenta tropical que ha
puesto en jaque los recursos de los que dispone el gobierno regional. no
estamos acostumbrados a tanta lluvia. las calles están desiertas y
realmente está lloviendo de lo lindo. curiosamente esto hace reflexionar
al objeto porque ha hecho que esté encerrado en casa y se ha preguntado
si realmente necesitaría salir fuera, si podría vivir encerrado.
obviamente la respuesta parece muy lógica: sí. de hecho sería un regalo
si no tuviera que ir a comprar o a trabajar, si pudiera hacerlo desde
casa. tal vez nunca ha sido eso más posible que en estos días, y
especialmente después de la pandemia. esto no es algo natural. a la
mayoría de la gente le sentaría muy mal no salir nunca, y de hecho a
muchos les afectó sobremanera el confinamiento pero hoy, mirando por la
ventana como caía durante casi todo el día un chaparrón de agua, el
objeto se sintió seguro, se sintió tranquilo y sintió que no necesitaba
la calle para nada.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
domingo, 25 de septiembre de 2022
día 4636 de esclavitud, castrado permanentemente
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