martes, 20 de septiembre de 2022

día 4631 de esclavitud, castrado permanentemente

los rituales son importantes. bien lo sabe el objeto que tiene varios en su vida cotidiana, instaurados por el Dueño para reforzar y profundizar su sumisión y su dependencia del Dueño. algunos en momentos puntuales marcan el inicio de algo, por ejemplo la primera vez que te ponen el collar o la cadena al cuello. en el próximo viaje para servir al Dueño, que será apenas dentro de dos semanas, el Dueño había dicho al objeto que realizaría uno de estos rituales. grabaría un video pronunciando una frase y sería la última que pronunciaría el objeto en presencia del Dueño. a partir de ese momento sólo podría comunicarse escribiendo y la boca del objeto estaría siempre amordazada salvo cuando comiera o sirviera al Dueño para darle placer. eso es lo que esperaba al objeto. sin embargo hoy, en medio de una conversación, el objeto ha puesto bajo las botas del Dueño que le eximiera de incluso decir esas palabras. el objeto se había despertado hoy muy sumiso y obediencia, dependiente incluso del Dueño. al mismo tiempo estaba en un estado psicológico de casi subspace, incluso en el trabajo. el objeto se sentía en paz. sorprendentemente el Dueño aceptó y concedió lo que el objeto suplicaba. así de sencillo fue, así de simple. sin grandes rituales ni grandes aspavientos ni parafernalia. una súplica del objeto, una concesión del Dueño; y el objeto no volverá a hablar delante del Dueño. además eso implica estar casi permanentemente amordazado en Su Presencia, amordazado o encapuchado, o ambas cosas, que será lo más probable. el objeto se observó inmeditatamente después, y sus sentimientos no variaron. estaba en paz, estaba en calma. era la aceptación personificada. si el Dueño le hubiera dado 50 latigazos hábría sentido lo mismo. si le hubiera dado un abrazo y un beso habría sentido lo mismo. hoy fue un día en que la ataraxia total fue casi una realidad palpable. el entrenamiento del Dueño da resultado, surte efecto, va modelando al objeto.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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